La Pascualada es una peregrinación a pie desde el convento de capuchinos de Alicante hasta la cueva y los lugares de Orito donde vivió san Pascual Bailón. Tuvo su comienzo el viernes 23 de abril por la tarde, y el camino se hace el sábado por la mañana. El resto de fin de semana hay una convivencia en clave franciscana. Está organizada por los hermanos capuchinos de la Provincia Capuchina de Valencia.
El camino son, aproximadamente, veintidós kilómetros, a través de una de las rutas del Camino de Santiago. Se camina alrededor de cuatro horas, con un descanso para reponer fuerzas.
Ocho totaneros de la Parroquia de las Tres Avemarías asistieron este año a dicha peregrinación y convivencia.
La marcha comienza con el envío (bendición del peregrino). Salimos de Alicante, pasamos por el Cementerio y cogemos el camino de Santiago, que pasa por el Basurero Municipal y la Cantera. Este trozo es en llano y por asfalto, unos quince kilómetros.
Llega un momento en que se deja el camino artificial y se coge una senda hacia la Alcoraya, camino de tierra que al final del trayecto se convierte en escalada por las ramblas de la montaña, dejando siempre a la derecha la Peña de las Águilas. Al final se sube a la Cueva por la parte de atrás. Este trecho es el más difícil (muchos se pierden y hasta el grupo se disgrega), pero sorprendentemente todos llegan al destino.
Una vez en la Cueva damos gracias a Dios y a san Pascual por haber llegado sanos y salvos, y bajamos al pueblo (con mucha hambre).
Durante la caminata hay un descanso de media hora para reponer fuerzas. La furgoneta se encarga de llevar provisiones. En ocasiones algunos participantes no han acabado la marcha por problemas de salud, es un recorrido árido y sin sombras para cobijarse y cuando aprieta el calor los cuerpos lo notan.
A partir de esta pausa el camino se hace en silencio.
Llegados a la casa del peregrino, nos arreglamos y celebramos nuestra llegada con una suculenta comida, después de una siesta merecida comenzamos con una convivencia franciscana que durará hasta el domingo por la tarde.
Para comenzar la tarde lo hacemos con un juego de rol, que el hermano Luis con ingenio nos prepara, con esto comenzamos por grupos a desempolvar nuestro ingenio y a conocernos un poco mas, agotados pero satisfechos, ensayamos cantos y preparamos la vigilia de la noche, una noche inolvidable.
Cenamos y nos disponemos a volver a subir a la cueva para celebrar la Vigilia junto a san Pascual, entre cantos y risas volvemos a bajar y damos comienzo a la fiesta que nos dará para un rato largo y muy agradable, pues cada grupo tiene que ingeniárselas para enseñar a los demás lo que mejor saben, algo ¡¡¡increíble!!!. Con esto acabamos el sábado dispuestos con ganas a celebrar el domingo.
El domingo comenzamos con una oración, después en un ambiente tranquilo evaluamos el fin de semana y pedimos aportaciones para próximos años.
Seguimos con la celebración de la Eucaristía; en la iglesia del convento. Tradicionalmente viene el hermano provincial a presidir la Celebración.
Terminamos con la comida y las despedidas.